Cómo los I-REC pueden ofrecer un nuevo nivel de transparencia a medida que las empresas asumen la realidad del cambio climático

A medida que un número cada vez mayor de empresas de todo el mundo publican compromisos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de alcanzar el cero neto, aumenta la presión para garantizar que cumplan con dichos compromisos. Los Certificados Internacionales de Energía Renovable (I-REC) pueden proporcionar una forma certificable de probar las acciones corporativas para reducir las emisiones de Alcance 2. Atlas Renewable Energy explica cómo.

El escrutinio de los riesgos climáticos por parte de los inversores y los organismos reguladores es cada vez mayor, y los consumidores y empleados tienen cada vez más en cuenta la sostenibilidad en sus decisiones. Hacer compromisos ambiguos ya no es suficiente. De hecho, los cambios propuestos a las reglas de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos sobre informes de riesgos significan que las empresas deberán proporcionar informes detallados sobre sus riesgos, emisiones y planes relacionados con el clima para la transición a cero neto. También se están aplicando medidas similares en la Unión Europea, Hong Kong, Japón, Nueva Zelanda y el Reino Unido.

Entre las normas propuestas se encuentran una mejora en los informes de emisiones de Alcance 2, que son las emisiones generadas por la energía que consume una empresa. Casi el 40 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero se pueden atribuir a la generación de energía, lo que significa que tomar medidas para reducir las emisiones de Alcance 2 es de vital importancia para mitigar el aumento de la temperatura global.

Lograr esto significa combatir la huella de carbono por el uso de electricidad. Si bien las medidas de conservación de energía y las mejoras de eficiencia representan tareas fáciles de realizar para que las empresas comiencen a reducir sus emisiones, la acción real proviene del cambio a energía limpia. Mediante la utilización y la producción de energía renovable, las empresas pueden tomar medidas reales sobre el cambio climático y satisfacer las expectativas cada vez más estrictas de los inversores, reguladores y consumidores.

Sin embargo, muchas empresas siguen sin poder abastecerse directamente de energías renovables.

Por ejemplo, esto puede deberse a la baja demanda de energía en las numerosas instalaciones de pequeñas y dispersas empresas, lo que hace que sea más difícil ejecutar los acuerdos de compra de energía. Esto puede ser el resultado de la falta de disponibilidad de energía renovable en los países donde la empresa tiene instalaciones, o puede deberse al tipo de mercado de la electricidad, o a la normativa del lugar en el que opera la empresa.

Aunque todos los mercados acabarán desarrollándose en esta dirección, las empresas necesitan una solución inmediata.

En lugares con poca o ninguna oportunidad de adquirir cantidades comerciales de electricidad renovable a precios económicos, y cuando una empresa alcanza el límite de reducción de demanda y producción de energía renovable que puede lograr, la compra de certificados de atributo de energía (EAC) les permite superar el último paso hacia la energía 100 % renovable. Esto les posibilita el reducir las emisiones de Alcance 2, reivindicar los atributos medioambientales de la electricidad renovable y cumplir los compromisos y objetivos de sostenibilidad.

Los tipos de EAC disponibles en cada mercado son diferentes, pero para la mayoría de los clientes de Atlas, el programa I-REC es el más relevante.

El estándar I-REC es un sistema reconocido internacionalmente para asignar atributos de energía eléctrica. Cada I-REC representa la propiedad exclusiva de 1 MWh de energía renovable, que se ha producido e inyectado en la red.

Pero para que las compras de I-REC contribuyan a cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de alcance 2, es de vital importancia usarlos correctamente.

El papel de los EAC en los informes de emisiones de alcance 2 ha sido cuestionado recientemente, después de que un estudio publicado en Nature Climate Change, descubrió que las afirmaciones medioambientales de algunas empresas eran exageradas porque la cantidad de energía consignada en los certificados no siempre coincidía con lo que declaraban públicamente.

En respuesta, la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi), una asociación entre el CDP, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), alienta el uso de EAC basadas en la guía de Alcance 2 del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHGP), y destacó la necesidad de aumentar la transparencia sobre cómo las empresas cumplen sus objetivos.

Los I-REC sirven para aumentar la transparencia del sector energético y proporcionar claridad sobre la utilización de energía renovable entre los consumidores finales. El estándar I-REC garantiza que los certificados emitidos cumplan con los estándares internacionales clave de sostenibilidad y responsabilidad de carbono, incluidos GHGP, CDP y RE100, y  que cumplan con las expectativas de las partes interesadas sobre las mejores prácticas de la industria. 

Pero para que las empresas marquen la diferencia bajo la guía del Protocolo de Alcance 2 del GEI, deben manejar un estándar GHG o GEI adecuado a las emisiones. La guía de GEI es clara al respecto; cuando se trata de reportar las emisiones de Alcance 2, existe un enfoque «basado en la ubicación» que refleja la intensidad de emisiones promedio de las redes locales donde ocurre el consumo de energía, y un enfoque «basado en el mercado», que refleja las emisiones de generación de electricidad que las empresas han elegido a propósito, lo que les permite utilizar su poder adquisitivo para acelerar el despliegue de energía renovable.

Esto significa que las empresas deben comprar I-REC de sitios de generación ubicados dentro de la misma jurisdicción que el mercado energético en el que adquieren la energía que utilizan.

Lo que también es extremadamente importante es la verificación de terceros. Ya no es suficiente simplemente hacer afirmaciones infundadas. La incorporación de organismos externos ayuda a garantizar que un sistema I-REC se emplee correctamente y que las afirmaciones de una empresa sobre la energía que emplea sean creíbles. Para que sus afirmaciones sean creíbles, las empresas deben hacer que un tercero verifique sus canjes y verifique que se canjearon la cantidad y el tipo correctos de I-REC.

Al usar correctamente los I-REC, las empresas no solo pueden tomar una decisión consciente, transparente y basada en la evidencia para reducir sus emisiones de alcance 2, sino que también pueden permitir el desarrollo de más instalaciones de electricidad renovable.

Las empresas son responsables de abordar sus emisiones de Alcance 2 de acuerdo con la ciencia climática actual. Aunque esto puede ser complejo, con la orientación adecuada se puede lograr. Para obtener más información sobre cómo desarrollar una estrategia equilibrada que garantice un impacto real y evite el «greenwashing«, le invitamos a ponerse en contacto  hoy mismo con Atlas Renewable Energy.  

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